VII – Resacas de mi primavera
punk
A la tercera vez que le denegué la solicitud de amistad en
Facebook a @chicolisto, vino a mi clase, en un recreo, me tomó de los pelos y
me obligó a conectarme desde su blackberry y aceptarlo. Grabó mi contraseña y
me besó en la boca. Me besó como si fuera a golpearme. Me sentí aturdida y
aliviada y lo dejé ir. No sabía si ya estaba aburriéndome o había empezado a
amarlo. Me daba igual: el aburrimiento y el amor, en algún momento, se
terminan. Padre dice que no debo sentir dolor.
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