sábado, 1 de octubre de 2011


VII – Resacas de mi primavera punk

A la tercera vez que le denegué la solicitud de amistad en Facebook a @chicolisto, vino a mi clase, en un recreo, me tomó de los pelos y me obligó a conectarme desde su blackberry y aceptarlo. Grabó mi contraseña y me besó en la boca. Me besó como si fuera a golpearme. Me sentí aturdida y aliviada y lo dejé ir. No sabía si ya estaba aburriéndome o había empezado a amarlo. Me daba igual: el aburrimiento y el amor, en algún momento, se terminan. Padre dice que no debo sentir dolor.


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