domingo, 6 de noviembre de 2011

IX- First time - Parte última.
Me dio vuelta y me penetró por atrás. Brutalmente. Sin piedad. Sentía el peso de su cuerpo sobre mí y el dolor que me dejaba sin fuerzas. Jamás había sentido un dolor así. Alguna vez me había caído, había herido mi piel y hasta una vez me fracturé un brazo. Incluso, había jugado juegos sexuales sadomasoquistas de realidad virtual. Pero jamás había sentido ese tipo de dolor. Un dolor interno, orgánico. Un dolor en donde yo desaparecía, donde mi cuerpo no respondía. Donde lo externo desaparecía y por primera vez tuve conciencia de mi cuerpo desde adentro hacia fuera. Por primera vez, la piel dejaba de ser lo que me conectaba con el mundo. Y eso inauguraba una nueva percepción. El mundo se me metió dentro, por el culo. Y el dolor se convirtió en un universo insoportable e inasible. Como un orgasmo, pero irremediable.