VIII – Superpoderes
Puedo respirar muy profundamente,
inspirar mucho. Demasiado aire, ensanchar mis pulmones al punto de hacer
estallar mi obi, el lazo que ciñe mi cintura.
Lo aprendí de poco, practicando
obsesivamente por el terror a ahogarme que tengo desde el primer instante en el
que vi el mar.
Una vez, contuve tanto el aire
que salí disparada al techo como un imán. Al exhalar caí estrepitosamente. Lo
seguí practicando. Me golpeaba, mi piel blanca estallaba en sangre y moretones,
pero jamás me quebré ningún hueso. Seguí intentándolo porque tengo más miedo al
mar que al aire.
El punto está en la fuerza que
hago contra el techo para contener la respiración. Una vez que lo comprendes es
simplísimo. El permanecer arriba no es más que hacer fuerza para contener el
miedo a caer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario